Luis Caffarelli recibió el Premio Abel

El matemático argentino obtuvo el premio otorgado por la Academia de Ciencia y Letras noruega. En el año 2018 había sido galardonado con el prestigioso premio Shaw.

Por Fernando Levstein

Una gran noticia ha sacudido al mundillo matemático argentino, Luis Caffarelli acaba de ganar el Premio Abel de la Academia Noruega de Ciencias. ¿Quién es Luis Caffarelli y qué es este premio Abel?

Acerca del ganador

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Luis Caffarelli es un matemático formado en la UBA que desde hace 50 años se desempeña en Estados Unidos. Allí pasó por las Universidades de Minnesota, Chicago y los Institutos de Princeton y Courant, para establecerse desde 1997 en la Universidad de Texas en Austin. Su área de trabajo está dentro de las ecuaciones en derivadas parciales incluyendo análisis no lineal, cálculo de variaciones, optimización y aplicaciones.

Las ecuaciones diferenciales permiten expresar matemáticamente a los modelos físicos. Estos pueden ser tan diversos como el flujo de petróleo a través de un oleoducto, la manera en que se derrite una escultura de hielo o un modelo meteorológico que nos indica como variará el tiempo durante la semana. Resolver estos problemas plantean dificultades extremas a los matemáticos y Caffarelli ha realizado notables avances en la solución de muchos de ellos.

La calidad de sus trabajos le ha valido numerosos logros como los premios Bocher y Leroy P. Steel de la Sociedad Matemática Norteamericana (AMS) en 1984 y 2009 respectivamente, premio Rolf Shock de matemática en 2005, premio Wolf de matemática en 2012, premio Shaw en 2018. Es miembro vitalicio de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano desde 1994.

Lo que estos premios no muestran es la calidad humana de Luis.

Algo que me impactó desde la primera vez que lo vi fue su afabilidad en el trato, su generosidad con gente que acababa de conocer y su capacidad de dar la pista exacta que necesitaban quienes se iniciaban en investigación.

Consultamos a Cristina Turner, sobre sus apreciaciones de esta gran persona “Conocí a Luis Caffarelli en 1983, en esa época él iba a trabajar al futuro Instituto de CONICET en Santa Fe con Eleonora Harboure y Nestor Aguilera. A propuesta de mi director de tesis, Domingo Tarzia, fui a visitarlo. Luis me ayudo mucho en mi problema de tesis, a punto tal que con Pedro Marangunic logramos resolver el problema en que trabajábamos y obtuvimos nuestra primera publicación. A través de los años, cuando coincidíamos en congresos organizados por Noemí Wolanski, Luis se acercaba después de una charla y me proponía nuevas ideas. Siempre tranquilo, muy cálido, sin la más mínima pizca de arrogancia. Recuerdo una charla hermosa que dio en una Reunión de la Unión matemática argentina explicando transferencia de calor y termodinámica de una manera sencilla. Cuando fue nombrado académico en Córdoba dio una charla fabulosa sobre uno de los problemas del milenio: las ecuaciones de Navier Stokes. Siempre mantiene una conexión especial con matemáticos de Mar del Plata, la ciudad donde nació Irene Gamba, extraordinaria matemática y también su esposa."

El premio Abel

Durante más de un siglo muchos se preguntaron ¿por qué no existe un premio Nobel de matemática? Diversas respuestas incluían rumores sobre la enemistad de Alfred Nobel con el principal matemático sueco de su época, Mittag-Leffler. El premio más famoso en matemáticas fue durante el siglo XX la medalla Fields pero esta, a diferencia del Nobel, se entrega a matemáticos destacados menores de 40 años. El nuevo siglo trajo consigo la creación de varios premios para los cultores de la matemática. Comenzó la Fundación Clay con los premios Milenio para quienes resolvieran alguno de los 7 problemas que se planteaban. Hasta ahora uno sólo de ellos fue resuelto y quien dio la solución, Grigori Perelman, no tuvo interés en recibir el premio de un millón de dólares. En 2002 se crea el premio Shaw en las áreas de Astronomía, Ciencias de la vida y medicina, y Matemática. Se entrega en Hong Kong, sede de la fundación Shaw.

En 2002, el gobierno de Noruega decide conmemorar el centenario del nacimiento de su gran matemático Niels Henryk Abel asegurando los fondos para que la Academia de Ciencias y Letras de Noruega entregue anualmente un premio del nivel de un Nobel para matemáticos. Su primer ganador fue Jean-Pierre Serre en 2003. El objetivo principal del premio es reconocer los logros científicos que abren caminos en la disciplina matemática. Con el de Caffarelli serán 26 los laureados desde 2003 ya que hubo 5 años donde el premio fue compartido entre dos matemáticos.

Sólo queda por decir: ¡grande Luis, nos has dado una alegría inmensa!

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