FAMAF SE SUMA A LA DEFENSA DE LA PIAP

Estimadas/os miembros de la comunidad de la FAMAF:

La Asociación de Profesionales de la CNEA y la Actividad Nuclear (APCNEAN) ha solicitado que se realicen todos los esfuerzos posibles para impedir que el Gobierno destruya la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), en Arroyito, provincia de Neuquén  y clausure para siempre la exitosa linea de reactores de agua pesada y uranio natural que la Argentina supo desarrollar. 

Entre otras acciones que ha realizado la asociación se ha enviado una carta al gobernador de Neuquén para intentar que la provincia tome las medidas necesarias.

Ante el pedido de una audiencia sin respuesta, la agrupación decidió hacer pública la carta que se detalla en el archivo de este comunicado.

Atentamente,

Gustavo Monti        Mirta Iriondo
 Vicedecano                  Decana

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2 de abril de 2019

Sr. Gobernador de la Provincia del Neuquén

D. Omar Gutiérrez

De nuestra mayor consideración:

Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. en representación de la Asociación de Profe-sionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de la Actividad Nuclear (APCNEAN).

El tema que nos ocupa sin duda no es ajeno a su conocimiento y preocupación.

De un tiempo a esta parte, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), situada en Arroyito y propiedad de la provincia del Neuquén y de la CNEA, corre un grave riesgo de ser abandonada y sufrir un daño irreversible por falta de mantenimiento adecuado. Ni que hablar del sufrimiento humano que se le viene imponiendo a sus trabajadores y del estrago que representa destruir planteles altamente capacitados a lo largo de muchos años para operar y mantener la planta.

Esta planta es una de las más grandes del mundo y que produce agua pesada de óptima calidad que no solo es necesaria para el funcionamiento de nuestras tres centrales en operación sino para proveer este insumo para los reactores de investi-gación y producción de radioisótopos que nuestro país exporta.

Esta planta es una verdadera joya tecnológica que insumió una enorme inversión por parte de la sociedad argentina y cuya puesta en marcha fue uno de los hitos sobresalientes en la historia del desarrollo tecnológico de nuestro país.

Aún se lee en la página de la PIAP/ENSI:

“La Empresa es –en la actualidad– una de las pocas proveedoras de agua pesada en el mercado internacional, y cuenta con la planta de mayor capacidad de pro-ducción en el mundo.”

”La capacidad de producir agua pesada virgen con la calidad especificada y el cumplimiento de los programas de entrega a los clientes posibilitaron consolidar la imagen de ENSI en el mercado internacional, obteniendo el reconocimiento como "proveedor confiable" por parte de la firma AECL (Atomic Energy of Canada Limited) para los reactores de tecnología CANDU.”

La destrucción de la PIAP cerraría para siempre el camino, transitado exitosamente por nuestro país, de continuar con la línea tecnológica de reactores de potencia de agua pesada y uranio natural (en particular la línea CANDU), para lo cual dispone de toda la experiencia y la infraestructura material y humana necesarias después de décadas de gran inversión pública y privada. Esta destrucción arrastrará consi-go una actividad industrial y productiva significativa asociada que tanto nos hace falta. De hecho ya lo está haciendo.

No dudamos en calificar la destrucción de la PIAP y sus consecuencias como una verdadera acción de lesa patria.

Además, existe en el mundo una significativa actividad presente y un futuro cierto en el campo de los reactores de agua pesada y uranio natural (representan el 11% de los reactores de potencia existentes). En particular la India tiene planes de ex-pansión muy importantes de su flota de reactores de este tipo y además se está lle-vando adelante la extensión de vida de centrales existentes en varios países, tal co-mo se ha hecho recientemente con nuestra central de Embalse, dándole 30 años adi-cionales de vida útil.

No creemos que se hayan hecho los esfuerzos suficientes por parte del gobierno na-cional para poder acceder y abastecer este mercado internacional.

En virtud de todo lo expuesto le solicitamos, como ciudadanos argentinos y miem-bros responsables y concernidos de la comunidad nuclear en nuestro país, que haga todos los esfuerzos posibles para preservar para nuestra patria este capital humano y material tan valioso que representa la PIAP.

Es imprescindible que la PIAP sobreviva por lo menos durante este año para que un nuevo gobierno tenga la oportunidad de revertir esta decisión incomprensible e injustificable del presente gobierno.

No cejaremos en hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr esta supervivencia.

Nos ponemos a disposición del Sr. Gobernador y de sus funcionarios para ayudar de la manera que lo consideren más conveniente.

Lo saludamos con nuestra consideración más distinguida.

Dr. Andrés J. Kreiner en representación del Secretariado Nacional de APCNEAN