LA CURVATURA DE RIEMANN A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Antonio Martínez
Naveira
Discurso
de ingreso como Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales
Madrid, diciembre
de 2005
§0.
Introducción.
Es
un gran honor para mí estar hoy en esta histórica casa en calidad
de Miembro Correspondiente Electo por la Sección de Exactas de la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Excelentísimos
Señores Académicos: les estoy extremadamente agradecido por la apreciación
que han hecho del trabajo realizado a lo largo de mi vida académica.
Durante
los más de cuarenta años de actividad profesional en las universidades
de Santiago, Granada y Valencia (Estudio General) he intentado comprender
qué significan las matemáticas para mí, para mi entorno profesional
y para la sociedad. Esto fue posible en gran medida gracias a mis compañeros,
colaboradores y discípulos, de una decena de universidades del Estado
Español, muchos de los cuales nos acompañan hoy. Sin su sincera
amistad y sin las discusiones científicas que hemos mantenido durante
estos años, este momento no habría sido posible. Por otra parte, siempre
he creído en la importancia de la labor que pueden, y deben, desarrollar
las instituciones científicas. Así, cuando agonizaba la Real Sociedad
Matemática Española (RSME), no dudé en comentar este problema con
otros colegas españoles y extranjeros. Cuando algunos compañeros me
eligieron para proceder a su “reconstitución” me sentí
abrumado por el trabajo que nos esperaba, a mí y a mis colaboradores.
Gracias a ellos, la RSME ocupa en este momento el lugar que le corresponde
en el contexto científico nacional e internacional. Quiero recalcar
públicamente la intervención decisiva que el Profesor Etayo tuvo en
la reunión que se celebró en Madrid en 1996. Su espíritu conciliador,
su amplia visión de futuro y su generosidad resultaron decisivos para
la reconstitución de la RSME. Espero y deseo que esta elección como
Académico Correspondiente me sirva de estímulo para poder continuar
trabajando con mis colaboradores y con las instituciones matemáticas
durante los próximos años.
Para
esta conferencia elegí un tema bastante natural y familiar: “la
curvatura”. Intentaré mostrar tanto la evolución de su concepto
a lo largo de la historia como alguna de sus aplicaciones. Evidentemente,
me siento limitado en la exposición por el protocolo de este acto.
Para una mejor comprensión del tema, aquellas personas interesadas
pueden consultar la bibliografía especializada.
El
mundo en el que vivimos y los modelos matemáticos que se construyeron
para describir los objetos geométricos y físicos no se pueden explicar
de una forma lineal. Para obtener una representación razonablemente
coherente es preciso introducir parámetros de orden superior a los
lineales. Así, de una manera natural, aparece el concepto de curvatura.
Según
Ossermann, [Osn 2], la noción de curvatura es uno de los conceptos
centrales de la geometría diferencial; uno puede argumentar que es
el central, distinguiendo el núcleo geométrico del problema objeto
de estudio de otros aspectos. Según Berger, [Br.2], la curvatura es
el invariante más importante en la Geometría de Riemann y además
el más natural. En [Gv], Gromov escribe: “el tensor curvatura
de una variedad de Riemann es un pequeño monstruo de álgebra multilineal
cuyo significado geométrico completo permanece oscuro”.
Así, para variedades de Riemann sin estructuras adicionales, la curvatura
es una magnitud compleja. Históricamente se comenzaron estudiando sus
propiedades en aquellas variedades más sencillas para, posteriormente,
comparar la situación general con la de las variedades particulares.
Frecuentemente, a éstas se les denomina “espacios modelo”.
La
curvatura desempeña también un papel fundamental, tanto en la Física
como en otras ciencias experimentales. Por ejemplo, la magnitud de la
fuerza requerida para mover un objeto a velocidad constante es, de acuerdo
con las leyes de Newton, un múltiplo constante de la curvatura de la
trayectoria; o el movimiento de un cuerpo en el campo gravitacional
está determinado, según Einstein, por la curvatura del espacio-tiempo.
§1.
Una nota sobre los Elementos de Euclides.
Cuando
Euclides (o quizás su escuela) escribe sus “Elementos”,
los primeros cinco postulados parecían tan evidentes que debían ser
aceptados sin demostración. Allí, aunque no de manera explícita,
ya está presente la curvatura. “Elementos”
rivaliza, por su difusión, con los libros más famosos de la literatura
universal: la Biblia, La Divina Comedia, Fausto y el Quijote. Esto es
un privilegio excepcional, ya que se trata de una obra científica no
asequible a las grandes masas de lectores. Pero su rigor lógico -en
el cual reside parte de la génesis del pensamiento matemático moderno-
y la unidad de su exposición hacen de ella un cuerpo de doctrina único,
que debería ser de lectura obligada para todos los estudiantes de geometría.
Platón,
discípulo de Sócrates, fundó su escuela, “La Academia”,
en una zona sagrada de Atenas. Era como una pequeña universidad donde
el filósofo y sus amigos impartían enseñanzas a sus discípulos.
Platón tenía en gran estima a las Matemáticas, en especial a la Geometría.
Dice la leyenda que la inscripción grabada en la entrada de la Academia
rezaba: “Nadie entre aquí que no sepa Geometría”.
Sin
embargo, la obra de Euclides no es fácil de entender. Por ejemplo,
en el siglo XVIII, los miembros de la Academia de Ciencias de París
MM. Delambre y Prony escribían: “Nadie nos escucharía si propusiéramos
que se comenzara el estudio de la matemática por los Elementos, pero
se está en lo cierto cuando se afirma que cualquier geómetra haría
muy bien en leerlos una vez en su vida”.
Sobre
su importancia, el Profesor Dou dice: “ La geometría de los Elementos
es una geometría que hoy la podríamos considerar geometría-física,
ya que para Euclides y Aristóteles los términos de sus proposiciones
se refieren con toda exactitud a los campos naturales de la realidad
del mundo físico, con una referencia única que es simultáneamente
inmediata y última. Es una geometría que pretende estudiar la estructura
del espacio físico.”
§2.
El nacimiento de la Geometría Diferencial de curvas y superficies
El
estudio de curvas nace con el Análisis Infinitesimal. Newton ya estudia
la curvatura de las curvas planas. Para una curva, la curvatura en un
punto mide su desviación respecto de su tangente.
La
teoría de superficies del espacio euclídeo se ha desarrollado fundamentalmente
a lo largo de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX.
A
comienzos del siglo XIX, Young y Laplace probaron que en una superficie
esférica la presión en el interior es siempre mayor que en el exterior,
y que la diferencia de presión se incrementa cuando disminuye su radio.
Por las leyes físicas, los líquidos tienden a minimizar su superficie.
En el interior de una gota o una burbuja en equilibrio, la presión
interior es superior a la exterior. Este exceso de presión es debido
a la curvatura de la superficie límite de separación. Intuitivamente,
se puede deducir que la curvatura de una superficie en un punto mide
su desviación respecto al plano tangente
Cabe
señalar las aportaciones de Euler, Monge y Dupin, pero sobre todo el
famoso artículo “Disquisitiones generales circa superficies curvas”
de Gauss, el cual resultó fundamental para establecer el concepto de
espacio. En él se introduce, además, la noción de “curvatura”
de una superficie en un punto, que es un concepto intrínseco. Para
ello, Gauss estudia las propiedades intrínsecas de la geometría de
una superficie a partir de la primera forma fundamental.
El
“Teorema Egregium de Gauss” se podría enunciar: “En un
punto de la superficie, la curvatura de Gauss es un invariante
isométrico”.
El
nombre de “Teorema egregium” se lo atribuyó el mismo Gauss,
debido a sus excepcionales propiedades geométricas. Es éste un prototipo
de teorema universal sobre los que Chern afirmaba: “Las matemáticas
están ahí, sólo es necesario descubrirlas y sacarlas a la luz”.
Según
Berger, no existen demostraciones geométricas sencillas del “Teorema
Egregium”. A lo largo de la historia se han dado muchas entre las
que cabe destacar las de Hilbert y Cohn-Vossen, [H, C-V], Chern, [Ch1],
Do Carmo, [DC], O’Neill, [ON], Stoker, [Sr], Sternberg, [Sg], Klingenberg,
[Kg] y Boothby, [By], entre otros.
De las citadas anteriormente, me parece muy interesante (por considerarla muy pedagógica) la presentada por Thorpe, [Te], ya que utiliza la teoría de fibrados principales unitarios sobre una superficie sin hacer explícitamente referencia a ellos. En Berger [Br.2.] se nos presentan 2 demostraciones. La de Bertrand, Diguet y Puiseux, [B-D-P], da la clave de la generalización de Riemann del tensor curvatura a dimensiones arbitrarias. Además, el artículo de Bertrand, Diguet y Puiseux fue pionero para el desarrollo de la teoría de volúmenes de tubos en variedades de Riemann, impulsada fundamentalmente por A. Gray, [Gy1].
Como
una aplicación del “Teorema Egregium” de Gauss se encuentra una
de las fórmulas más profundas y difíciles de la Geometría Diferencial
y la Topología Algebraica: “El teorema de Gauss-Bonnet para superficies”.
Gauss lo prueba para polígonos geodésicos y Bonnet lo extienda a polígonos
con lados de curvatura geodésica no nula. No existe una demostración
sencilla del mismo. Por su interés metodológico, yo elegiría la presentada
por Thorpe, [Te]. Este teorema fue generalizado por Allendoerfer y Weyl
a dimensiones arbitrarias casi un siglo más tarde, [A-W].
En
el siglo XVIII, Euler establece su famosa formula para poliedros:
Caras – Aristas
+ Vértices = 2.
Pese a su simplicidad,
parece que esta propiedad no era conocida por Arquímedes ni Descartes.
Quizás la razón haya sido que a cualquier matemático anterior a Euler
no le era posible pensar en propiedades geométricas que no fuesen medibles.
El camino iniciado por Euler fue seguido por Lhuilier, quien observa
que la fórmula de Euler era falsa para cuerpos con g asas y
prueba que:
Caras – Aristas
+ Vértices = 2-2g.
Éste es el
primer ejemplo conocido de invariante topológico.
Para
un dominio plano, donde la frontera está formada por líneas rectas,
el resultado más clásico y sencillo dice que “la suma de los ángulos
interiores de un triángulo es π”. En general, si D es un dominio
de una superficie, cuya frontera ∂D es diferenciable por arcos, para
cualquier subdivisión simplicial su característica de Euler- Poincaré χ(D)
= caras – aristas + vértices está dada por la fórmula de Gauss-Bonnet:
Σiαi
+ ∫∂D(ρσds)
+ ∫∫DKdA
= 2πχ(D),
donde el primer
sumando representa la suma de los ángulos exteriores en las esquinas,
el segundo es la integral de la curvatura geodésica y el último es
la integral de la curvatura de Gauss. Son, respectivamente, las curvaturas
puntual, lineal y de superficie del dominio. La fórmula de Gauss- Bonnet
puede interpretarse diciendo que la característica de Euler- Poincaré
es una curvatura total.
Para las superficies cerradas se tiene
∫M
K dA = 2πχ(M),
que puede considerarse
como una clase característica.
§3.
El nacimiento de la Geometría de Riemann
En
1854 Riemann generaliza los estudios de Gauss a espacios de dimensión
arbitraria. Define, de una manera poco rigurosa, el concepto de variedad
diferenciable como un conjunto n-dimensional sobre el que se pueden
realizar los cálculos del análisis ordinario. Así, una geometría
sobre una variedad sería una forma cuadrática definida positiva en
cada uno de los espacios tangentes. Esta definición de Riemann permite
generalizar gran parte de la obra de Gauss. El mismo Gauss le había
aconsejado este tema para su tesis de habilitación. La famosa memoria
de Riemann “Sobre las hipótesis que sirven de fundamento a la
Geometría” fue publicada después de su muerte. Evidentemente,
los espacios de Riemann de curvatura variable comprenden, como casos
particulares, las formas espaciales, que son las que históricamente
dieron lugar a las geometrías no-euclídeas, que son tan consistentes
como la euclídea. Volveré a este tema un poco más adelante.
Con
la aparición de la memoria de Riemann se puede hablar del nacimiento
del tensor curvatura en el sentido que lo conocemos hoy. Sus propiedades
son bastante complicadas; sin embargo, sus ideas básicas son simples
y profundas, como todos los grandes conceptos de la ciencia.
En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolla, sobre todo en la escuela italiana, el álgebra tensorial. Esta herramienta, aunque farragosa, permitió un gran avance en la Geometría de Riemann, principalmente en la formulación del desplazamiento paralelo de Levi-Civita y de la Teoría de la Relatividad de Einstein. Desde la aparición de esta última los espacios de Riemann han llamado la atención de gran cantidad de filósofos, físicos y matemáticos.
El
concepto de curvatura de Gauss de una superficie aparece en las variedades
de Riemann de dimensión superior a dos de una manera canónica, ya
que es posible considerar el germen de superficie totalmente geodésica
tangente en un punto del subespacio de dimensión dos en cuestión.
La curvatura de Gauss de dicha superficie se define como la “curvatura
seccional” de ese plano en dicho punto. En general, el tensor
curvatura de una variedad de Riemann depende de cuatro argumentos, mientras
que la curvatura seccional sólo de dos. Es bien sabido que en una variedad
riemanniana el conocimiento de la curvatura seccional en un punto determina
el del tensor curvatura, [Br1, Gy1, K-N].
Besse,
[Be], afirma que “la curvatura de Ricci es bastante difícil de
percibir”. Históricamente, Ricci introduce la curvatura que lleva
su nombre por la siguiente razón: Si M es una hipersuperficie embebida
en el espacio euclídeo, lleva inherente la segunda forma fundamental,
que es una forma diferencial cuadrática. Sus autovalores son las curvaturas
principales y las autodirecciones definen las líneas de curvatura.
En una variedad de Riemann no existe tal forma, ni direcciones privilegiadas.
Sin embargo, mediante una contracción tensorial de los tensores curvatura
y métrico, Ricci define un tensor simétrico covariante de grado dos
y es posible calcular sus autovalores y autovectores. Su importancia
en la Geometría de Riemann es excepcional. Una nueva contracción de
los tensores de Ricci y métrico define la “curvatura escalar”.
Su interpretación geométrica es muy interesante, ya que es un múltiplo
del coeficiente del término cuadrático en el desarrollo asintótico
del volumen de una bola geodésica, [Be, p. 15; G-V].
§4.
El nacimiento de las geometrías no-euclídeas. Sus modelos
A
finales del siglo XVIII la estructura de la geometría euclídea no
estaba clara. Como dice Berger, quizás tampoco lo estaba para Euclides.
Por entonces, se creía que el quinto postulado podía ser consecuencia
de los cuatro anteriores, posiblemente con una condición adicional.
Por
su importancia, tanto por si mismo como por su influencia en el desarrollo
histórico de la curvatura, el quinto postulado de los “Elementos”
se puede enunciar como:
“Por
un punto exterior a una recta pasa una única paralela”.
Desde
siempre, el ser humano ha utilizado el hecho intuitivo de que, en el
espacio ordinario, la distancia más corta entre dos puntos es la línea
recta. También se sabe desde hace siglos que la distancia más corta
entre dos puntos sobre la esfera son los arcos de meridiano, los cuales
se pueden denominar “rectas”. Dada una recta sobre la esfera
y un punto exterior a ella, no existe ninguna otra que pase por dicho
punto y no corte a la primera. Así, en este caso, no se verifica el
quinto postulado.
El
análisis de la trigonometría esférica se remonta a los inicios de
nuestra era, quizás incluso a algunos siglos antes. Todo ello estaba
motivado por el estudio de la Astronomía. Intuitivamente, es fácil
adivinar que, en este caso, la suma de los ángulos de un triángulo
es mayor que dos ángulos rectos y que este exceso parece ser debido
a su “curvatura”.
Riemann
prueba cómo a la esfera se le puede asignar una forma cuadrática con
coeficientes funciones de las coordenadas y con curvatura positiva.
Él establece explícitamente que la geometría que todo el mundo había
buscado, “la geometría hiperbólica”, está definida por
la misma forma cuadrática con curvatura negativa. La interpretación
difícilmente podría ser más simple. Estas geometrías aparecen en
casi todos los campos de las matemáticas: geometría algebraica, teoría
de números, geometría diferencial, variable compleja, sistemas dinámicos,
física matemática, etc.
A
comienzos del siglo XVIII aparecen los trabajos de Lobachevschi y Bolyai
quienes, independientemente, descubren la “geometría hiperbólica”.
El mismo Gauss estaba convencido de que podían existir otras geometrías
satisfaciendo los primeros cuatro postulados, pero no el quinto. No
publicó estas ideas y tenía razones bastante convincentes para ello:
Si se presentaba a sus amigos como un perfeccionista, no parece lógico
que estuviera inventando “nuevas geometrías”.
Las
construcciones de nuevas geometrías por Lobachevschi y Bolyai son bastante
rudimentarias, ya que, como se puede ver en la obra de Hilbert, la geometría
no-euclídea demanda abstracción y no existen modelos para ellas en
la euclídea. En efecto, las isometrías de un objeto geométrico no
están contenidas necesariamente en las del espacio euclídeo.
La consistencia de la Geometría Hiperbólica está plenamente justificada
en la literatura. Véase por ejemplo, las obras de Klein,
Poincaré y la conferencia que José María Montesinos publicó en esta
Real Academia, [Ms].
Es
posible definir la “Geometría Hiperbólica” como aquella que satisface
todas las fórmulas trigonométricas de una geometría esférica en
la que el radio fuese imaginario puro. El plano hiperbólico no se puede
embeber isométricamente de una manera completa en el espacio ordinario.
Si se considera la cuestión local, entonces sí sería posible. En
efecto, Minding descubrió la “pseudoesfera” (superficie
de revolución de la tractriz) que, localmente, tiene las propiedades
del plano hiperbólico. Esta superficie ha sido extensamente estudiada
por Beltrami.
Es bien sabido
que el espacio de Minkowski se puede representar como R3
con la métrica <v, v> = x2 + y2 –
z2. Así, la esfera imaginaria S(i) es exactamente el hiperboloide
x2 + y2 – z2 = -1
El
modelo de Klein es la representación métrica en la que la variedad
es el disco abierto unitario x2 + y2 < 1 y
las geodésicas modelo son las líneas rectas.
El
tercer modelo es el de Poincaré definido en el disco unitario abierto.
Las geodésicas son circunferencias ortogonales a la frontera.
El
cuarto tiene como modelo el semiplano de Poincaré y su representación
geométrica es:
Es
un ejercicio interesante probar que las cuatro geometrías que acabamos
de definir son isométricas.
Geométricamente,
es posible visualizar las “formas espaciales” como las variedades
de Riemann de curvatura constante y que, localmente, son:
§5.
Dos grandes líneas históricas de investigación.
Como
consecuencia de la repercusión de la memoria de Riemann y del programa
de Erlangen de Klein, surgen dos grandes líneas de investigación en
la Geometría:
En
relación con la primera línea de investigación, la Conjetura de Poincaré
fue formulada hace más de noventa años. Esta cuestión resultó ser
de una extraordinaria dificultad en la dimensión tres. Durante varias
décadas del siglo XX se suceden los intentos por resolverla. Actualmente
parece que existe una solución satisfactoria dada por Perelman,
[Pn 1 y 2].
La
primera familia interesante de 3-variedades que fueron clasificadas
fueron las de Riemann “llanas”, que son localmente isométricas
al espacio euclídeo. Para ello fue fundamental el resultado de Bieberbach:
“Una variedad de Riemann compacta y llana está caracterizada,
salvo un difeomorfismo afín, por su grupo fundamental”.
Mi
maestro, el profesor Vidal Abascal, a quien tanto le debe la matemática
española, me comentó que en los años cuarenta comenzó a interesarse
por la teoría de curvas y superficies estudiando el libro de Bieberbach,
[Bh]. Al analizar alguno de sus teoremas, Vidal se planteaba su generalización
a dimensiones superiores. Así, entre otros, fue capaz de publicar artículos
tan interesantes como el relativo a la Fórmula de Steiner para los
espacios de curvatura constante, [VA].
La teoría de los grupos de Lie ha sido extensamente estudiada, y tiene múltiples aplicaciones en otras ramas de la Matemática, en especial en la Física Teórica. Los grupos de Lie tienen una estructura geométrica extremadamente rica. Su curvatura está definida de una manera canónica. Un resultado clásico nos dice que todo subgrupo de un grupo de Lie define sobre éste una foliación. Si es cerrado, entonces el conjunto de clases de equivalencia admite una estructura de variedad diferenciable. Este es un método elegante y seguro para encontrar ejemplos no triviales de variedades diferenciables, conocidas por el nombre de homogéneas. Las más próximas al espacio euclídeo son los espacios simétricos y, dentro de esta familia, los de rango uno o “espacios homogéneos para pares de puntos”, [Hn, p. 164]; esto es, la esfera, el espacio hiperbólico y los proyectivos reales, complejos y cuaterniónicos. Los espacios simétricos fueron clasificados por Cartan en [Cn 1, 2 y 3] y sus propiedades geométricas han sido extensamente estudiadas; véase, por ejemplo, el libro enciclopédico de Helgason, [Hn]. La curvatura de los espacios simétricos es bastante simple y manejable y la propiedad fundamental que los caracteriza es que su tensor curvatura es paralelo.
Durante
la segunda mitad del siglo XX muchos matemáticos se preocuparon por
estudiar y clasificar los espacios homogéneos no-simétricos. Aparecen
así, entre otras familias, los espacios homogéneos naturalmente reductivos
y los s-simétricos. Estos últimos han sido estudiados por Kowalski,
Vanhecke y Gray, entre otros, [Ki, Gy2]. Algunos de los matemáticos
que estudiaron los espacios homogéneos naturalmente reductivos fueron
Kowalski y Vanhecke, [K-V], Berger, [Br3], y Wolf-Gray, [Wf-Gy]. Es
importante observar que estas dos familias de espacios homogéneos tienen
intersección no vacía. Por ejemplo el espacio homogéneo naturalmente
reductivo: M = U(3)/U(1)xU(1)xU(1) es también un espacio 3-simétrico.
Algunos espacios homogéneos naturalmente reductivos del tipo banderas
han sido utilizados por Penrose para estudiar las correspondencias que
llevan su nombre, [Ws].
Personalmente
considero que la “Geometría Integral” nace con el “problema
de la aguja de Buffon” a finales del siglo XVIII. Su desarrollo
se debe en un principio a Crofton y, posteriormente, a Blascke y su
escuela. Aunque en un principio no aparecían de una forma explícita,
los espacios homogéneos constituyen el pilar fundamental de esta teoría.
Así lo puso de manifiesto el insigne Profesor Santaló, [So].
Santaló,
Académico Correspondiente de esta Real Academia y a propuesta mía,
Socio de Honor de la RSME nos ha legado múltiples y muy variadas publicaciones
sobre investigación matemática y docencia. Santaló viajó a Hamburgo
en 1931 para especializarse con Blaschke. Allí conoció a Chern, quién
le enseñó las nociones básicas del cálculo de la referencia móvil
de Cartan. Como curiosidad, Santaló me contó que Blaschke le recomendaba
asistir a un seminario impartido por un joven matemático, que consideraba
muy interesante. Ese joven era Kaehler. Durante muchos años Chern y
él se sucedieron en una serie de generalizaciones de teoremas de la
Geometría Integral sobre densidad cinemática, muchos de los cuales
han pasado a la historia como el núcleo de la Geometría Integral Clásica.
La
curvatura está presente en toda la obra geométrica de Santaló. Muchas
de sus publicaciones están dispersas en bibliotecas y hemerotecas con
poca difusión o están agotadas. Considero que sería interesante poder
recopilar, para el año del centenario de su nacimiento, toda su obra
científica y hacerla accesible a los investigadores interesados, tanto
por la importancia en sí misma como por sus aplicaciones a la Estereología.
También
merecen especial atención las contribuciones de los profesores Cruz
Orive y Gual, que han publicado diversos artículos en los que, utilizando
sus técnicas de la Geometría Integral, obtienen resultados en Tomografía
con interesantes aplicaciones a la Biomedicina. Considero que ésta
es en la actualidad una especialidad muy interesante de la Matemática
Aplicada.
§7.
¿Por qué son importantes las conexiones?
El
transporte paralelo de un vector en el espacio euclídeo es conocido
desde tiempos de Euclides. La definición de un concepto análogo a
lo largo de una curva en una variedad de Riemann se debe a Levi-Civita,
[LC]. La idea geométrica es muy sencilla. Si se considera una curva
contenida en una superficie y la desarrollable tangencial de sus planos
tangentes, ésta es una superficie desarrollable a la que podemos aplicar
la geometría euclídea. Volviendo a los espacios tangentes, se tiene
definido de una manera natural el concepto de desplazamiento paralelo
que, evidentemente, depende de la curva. Este concepto fue generalizado
por Cartan, utilizando el método de la referencia móvil. La curvatura
aparece en esta teoría de un modo natural y, de hecho, ya utiliza esta
palabra en el título de su artículo.
Levi-Civita
y su maestro Ricci-Curbastro, [RC-LC], construyen la teoría del cálculo
diferencial absoluto que resultó ser básico por sus aplicaciones a
la teoría de la relatividad. Como anécdota, cabe señalar que Levi-Civita
ayudó a Einstein a entender el cálculo tensorial.
En la década de los años treinta del siglo XX aparecen diversas generalizaciones del concepto de espacio producto. Quizás las más naturales sean los fibrados principales y vectoriales. En los años cincuenta, Koszul, [Kl], y Ehresmann, [En] definen respectivamente el mismo concepto de “conexión” de forma axiomática en fibrados vectoriales y mediante formas en fibrados principales. La importancia de este concepto radica en que es una generalización natural del desplazamiento paralelo. En las obras de Spivak, [Sk] y Kobayashi-Nomizu, [K-N], entre otros, se encuentra ampliamente desarrollada la teoría de conexiones, la cual ha resultado de una gran utilidad, no sólo en la Geometría Diferencial, sino también por sus aplicaciones a la Física Teórica.
Conociendo
la importancia de los grupos en Matemáticas, es bastante natural intentar
capturar en el grupo alguna información de la Geometría de Riemann
de la variedad. Utilizando la noción de transporte paralelo y la teoría
de fibrados principales, es bien conocido el concepto de holonomía
de una conexión. El grupo de holonomía se obtiene así por transporte
paralelo a lo largo de lazos. Cartan esperaba que la holonomía reflejase
bastante fielmente la estructura geométrica de la variedad y
permitiese su clasificación. En efecto, el grupo de holonomía resultó
fundamental para la clasificación que Cartan realizó de los
espacios simétricos, [Be]. Este estudio quedó olvidado hasta que Borel
y Lichnerowicz vuelven a interesarse por el tema, [B-L]. A partir de
ese momento su estudio y análisis han gozado de gran popularidad.
La
filosofía es la siguiente: una variedad posee una estructura invariante
por el desplazamiento paralelo si y sólo si esa estructura es invariante
en un punto bajo el grupo de holonomía. Si se considera su curvatura,
desde el punto de vista geométrico ésta representa exactamente el
transporte paralelo a lo largo de un paralelogramo infinitesimal, [A-S].
§9. El problema Isoperimétrico
La
Desigualdad Isoperimétrica en el plano es quizás el teorema
global más antiguo en Geometría Diferencial. El problema se puede
enunciar como:
“De
todas las curvas cerradas y simples en el plano y con una longitud dada,
¿cuál es la que limita el dominio de mayor área?
Los griegos ya conocían su solución: la circunferencia. Weierstrass, como un corolario a su teoría del cálculo de variaciones, dio una demostración completa. Posteriormente, se dieron muchas más sencillas. Do Carmo, [D C], nos presenta la de Schmidt. La desigualdad isoperimétrica clásica nos dice que:
L2 ≥
4π
A (= ⇔
la curva es una circunferencia).
Aparentemente,
la curvatura no interviene. La razón es que la variedad ambiente es
el plano. Para un dominio sobre la esfera de curvatura K, ésta se convierte
en:
L2 ≥
4π
A – KA2 (= ⇔ la curva es un paralelo), [Bn].
El
problema isoperimétrico fue ampliamente estudiado desde comienzos del
siglo XX y son múltiples y muy variados los resultados obtenidos. Una
visión completa del mismo hasta la década de los ochenta se encuentra
en la memoria de Ossermann, [Osn1].
§10.
La importancia del operador de Jacobi
Entre
las herramientas más útiles para estudiar el operador curvatura de
una variedad de Riemann se encuentran los “campos de Jacobi”.
Estos son soluciones de una ecuación diferencial de Jacobi a lo largo
de una geodésica g.
El campo tensorial simétrico
Rg
= R( . , g´) g´
se denomina
“operador de Jacobi a lo largo de g” y desempeña, vía los campos de
Jacobi, un papel central en el estudio de las geometrías intrínseca
y extrínseca de esferas geodésicas, tubos y reflexiones respecto a
puntos, curvas y subvariedades.
En
general, la determinación explícita de los campos de Jacobi es un
problema muy difícil, excepto para las variedades de Riemann con un
tensor curvatura simple. Pero algunas propiedades de una variedad de
Riemann se pueden analizar utilizando las de sus operadores de Jacobi.
En [B-V. 2] se estudiaron las familias de variedades verificando que
su operador de Jacobi tiene espectro constante o autovectores
paralelos. Excepto para los espacios simétricos, estas dos familias
son disjuntas.
§11.
Conclusión
Por
lo expuesto anteriormente, se deduce que el estudio de la curvatura
es un tema difícil, pero apasionante. Además este concepto está presente
en el mundo físico que nos rodea.
Fridman,
en el prólogo de su obra “El mundo como espacio y tiempo”, [Fn],
nos cuenta que una noche Descartes estaba observando el firmamento.
Un caminante le preguntó: ¿Cuantas estrellas hay en el cielo?. Descartes
le respondió: No se puede abarcar lo inabarcable.
A
lo largo de la historia, el deseo de explicar las leyes de la naturaleza
siempre ha inquietado al ser humano. Muchas mentes han puesto su empeño
en explicar, con más o menos éxito, las leyes físicas, en base a
su experiencia y conocimientos. Sin importar el grado de conocimientos.
No
es pequeña la dificultad que supone la incertidumbre de la meta. Quizás
más en las Matemáticas que en otras ramas de las ciencias. Discernir
cuales son los objetivos que vale la pena perseguir ya es un avance
en la solución de los problemas, aunque uno mismo sea incapaz de llegar
a ella.
Muchas
gracias por su atención.
Bibliografía
básica:
[A-W] C.
B. ALLENDOERFER and A. WEYL, The Gauss-Bonnet Theorem for Riemannian
polyhedra. Trans. Amer. Math. Soc.
53 (1943), 101-129.
[Br.1] M.
BERGER, Pincement riemannien et pincement holomorphe. Ann.
Scuola Norm. Sup. Pisa 14 (1960), 151-159.
[Br.2] M. BERGER, A panoramic view of Riemannian Geometry, Springer, 2003.
[Br.3] M.
BERGER, Les variétés riemanniennes homogènes normales simplement
connexes à courbure strictement positive. Ann. Scuola Norm.
Sup. Pisa 15 (1961), 179-246.
[B-V.2]
F. BERNDT and L. VANHECKE, Aspects of the geometry of the Jacobi
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