La configuración más sencilla es la de un cristal plano cuya separación
interplanar es
Está claro que además del primer orden (
En los últimos años se han logrado valores de
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Material | ![]() |
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Fluoruro de litio | LiF | 4,02 |
Cuarzo | 6,69 | |
Pentaerytritol | PET | 8,74 |
Fosfato dihidrógeno de amonio | AdP | 10,64 |
Mica | 19,84 | |
Ftalato ácido de talio | TAP | 39 |
Laurato de plomo | 70 | |
Estearato decanoato de plomo | 100 | |
Melisato de plomo | 160 |
Una característica distintiva de los sistemas dispersivos en longitudes de onda es su alta resolución, relacionada con la tolerancia con la que se registra la radiación que satisface la condición de Bragg. Como contrapartida, las intensidades que se miden suelen ser bajas: en una microsonda en particular, el área de los emisores (materiales irradiados) suele ser pequeña, por lo que la condición de Bragg se cumple en una superficie muy reducida del cristal. Para mejorar la eficiencia en la detección se utilizan cristales curvos que de alguna manera focalizan el haz refractado.
La disposición geométrica ideal debería contener al emisor (muestra), el
cristal y el detector en una circunferencia de radio
Por supuesto, los fotones que no viajan en el plano del círculo de Rowland
no cumplen con la
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condición de Bragg, por lo que se han realizado intentos de cristales con `doble curvatura'; esta alternativa ha sido poco utilizada, pues el otro radio correspondiente a la curvatura perpendicular al plano mencionado dependería de la longitud de onda analizada.
Usualmente el cristal está curvado como en el esquema anterior, aunque su pulido suele ser muy difícil de realizar. Se utiliza esta configuración sin pulir, y se la conoce como geometría Johan (1931), sacrificando un poco la resolución, aunque ganando en intensidad. Si bien se pierde la condición de Bragg cuando la reflexión se aparta del centro, suelen utilizarse colimadores cuyas dimensiones se fijan para optimizar las mediciones.
La elección de la curvatura del círculo de Rowland depende de cuánto puede
deformarse el cristal analizador, cuánto puede acercárselo a la muestra, y
también por la necesidad de tener el recinto en vacío (
torr)
a un tamaño conveniente. Esta imposición está relacionada con la búsqueda de
la mejor resolución posible. Los valores típicos que se tienen para
rondan los 10cm - 25cm.
Habitualmente se desea mantener constante el ángulo de salida de la
radiación (take-off): para ello el cristal se mueve a lo largo de una recta
que pasa por el emisor y también rota para conseguir el ángulo
correspondiente a la condición de Bragg, de modo que la distancia al emisor
vale
. El contador gaseoso se mueve consecuentemente para
permanecer siempre en el círculo de Rowland.
Los equipos modernos poseen varios cristales montados en sus respectivos espectrómetros, lo que permite lograr análisis multielemental en simultáneo. Además es habitual que éstos estén controlados por computadora, de modo que se pueden ubicar los máximos para los picos y registrar sus intensidades y la de los fondos correspondientes con una rapidez similar a la que se consigue con espectrómetros dispersivos en energías.