Describimos un sistema de iones interactuando entre pares mediante el modelo anterior, y además sometido a un campo externo
: en cada sitio
de la red se encuentra un ion que tiene asociado un operador de espín
, de manera que el hamiltoniano conjunto resulta
Como
, al aplicar
al estado fundamental del caso previo
, la última suma no aporta, y como
es autoestado de
, entonces
Si bien todo sugiere que un planteo similar puede aplicarse al caso antiferromagnético, es importante mencionar que no resulta simple avanzar con los cálculos, y solo es posible establecer cotas poco precisas para el estado fundamental. Para algunos casos sencillos se ha logrado la resolución, por ejemplo para una red unidimensional de espines 1/2, o bien para sistemas de pocos espines (no necesariamente 1/2).
A un ferromagneto se encuentra entonces en su estado fundamental, es decir, todos los iones con
y por lo tanto la magnetización saturada
Como los
combinan estados con
en un solo
y el resto con
, el espín total del sistema suma
. La probabilidad de encontrar
en el sitio
es
, idéntica para todos los
y todos los
.
Si descomponemos los operadores
según la dirección del campo (
) y la normal al mismo, la función correlación transversal entre espines en un estado
es el valor de expectación de
Las funciones (35) se denominan “ondas de espín”, y al estudiar los cuantos de energía transportados por estas ondas suele hablarse de “magnones”. A temperaturas finitas en el sistema aparecen estados excitados, que corresponden a desviaciones del estado fundamental con cierta orientación preferencial: el rol de estas ondas es similar al de los fonones, es decir transportan energía, contribuyendo no solo a transmitir una señal magnética, sino también a posibles flujos de calor. Según su orientación, los espines contribuyen en distinta medida a la conductividad eléctrica o a los fenómenos termoeléctricos
Para el cómputo de la magnetización del sistema, conviene notar que los cuantos de estas ondas de espín se consideran partículas indistinguibles con espín 0, de modo que pueden describirse mediante la estadística de Bose-Einstein. Si las poblaciones del estado
se denotan como
, la energía del sistema es
Las ondas de espín también surgen al describir materiales antiferromagnéticos, y los cálculos se tornan aún más complejos. En todos los casos, lo acertado de un modelo se pone en evidencia cerca del punto crítico, como en cualquier sistema donde coexistan diferentes fases: en este caso se trata de la fase ferromagnética (o antiferromagnética) con la fase paramagnética. Para simplificar los cálculos se ha recurrido a numerosos modelos simplificativos, uno de los más comunes es la llamada teoría de campo medio, en la que la interacción de cada espín con el resto del sistema se reemplaza por un campo promedio producto de la interacción con el entorno: ese efecto se agrega al campo externo, y ese campo externo resultante depende de la magnetización (la orientación media de los espines). Con este modelo se predice adecuadamente la transición de fase paramagnética-ferromagnética, aunque a temperaturas bajas las descripciones no resultan adecuadas, ni tampoco el efecto de las ondas de espín; no obstante, ha sido muy utilizado en diferentes desarrollos, utilizándose también mediante analogías en sistemas no magnéticos.
Gustavo Castellano 21/06/2023