Nos abocamos entonces al cambio de base en una situación general, partiendo de la base producto
hacia la base suma
, conformada por autovectores de
y
. Sabemos que esta base existe pues se cumplen las relaciones de conmutación (8), y también sabemos que los elementos de la base producto son autovectores de la proyección en
de
total, pues
Vale la pena recordar que
solo actúa afectando el estado del primer momento angular dejando el segundo inalterado, y algo análogo ocurre con la acción de
. Entonces conocemos los autovalores
de
, donde
; como
y
,
también tomará, como esperábamos, valores en intervalos de 1 unidad, ya que también sabemos que los autovalores de
son
con
entero o semientero, y que debe cumplirse
Salvo en los casos extremos
o
, habrá degeneración para cada valor de
, ya que varios pares
pueden sumar el mismo resultado; por ejemplo, para el caso
, ese valor se genera con los pares
y
. Por otro lado los casos extremos proveen valores
y
, de modo que sabemos que un valor posible para
es
, y además, que ese es el valor máximo posible, pues de otro modo deberían existir las correspondientes proyecciones
.
Además sabemos que en los casos en los que
está degenerado es necesario el cambio de base, ya que
no puede ser diagonal: los
son autovectores de
, que son operadores que no conmutan con
. Planteemos entonces el cambio de base, expresando los vectores de la base suma
en términos de los elementos de la base producto

Los coeficientes de Clebsch-Gordan
definen entonces la matriz de cambio de base. Pronto veremos que estos coeficientes pueden tomarse todos reales, por lo que la matriz es unitaria y real, es decir ortogonal
La relación de ortonormalización para los coeficientes de Clebsch-Gordan (CG)
no es otra cosa que la ortonormalización de la base suma, pues el miembro de la izquierda es
. Como los CG son reales, podemos escribir esta relación como
En particular,
Muchos de los CG se anulan, ya que deben cumplirse ciertos requisitos relacionados con el problema concreto que estamos tratando. Por ejemplo, como
se cumple que
; al proyectar hacia la derecha sobre
obtenemos
Es decir los CG valen cero a menos que
; por supuesto, esto coincide con nuestras conclusiones previas acerca de la relación entre los autovalores
y
.
Volvamos ahora a la dimensionalidad del espacio suma. Obviamente no puede existir un único valor de
, pues la dimensión correspondiente a los kets de este subespacio es
, y en general es menor que
(faltan
dimensiones). Además vimos que los valores de
están degenerados, y como las proyecciones correspondientes saltan de a 1, es de esperar que
también vaya bajando de a 1. Para encontrar cuál es el valor de
imponemos que la dimensión de los espacios generados por ambas bases coincida, es decir
Queda como ejercicio demostrar esta última igualdad, utilizando por ejemplo la relación
, y teniendo cuidado de considerar también el caso de
semientero. Se obtiene entonces la condición
o lo que es lo mismo
En la literatura suele aludirse a esta condición como desigualdad triangular, ya que tiene reminiscencias de la inecuación que utilizamos al considerar la suma de dos vectores (representados en este caso por
y
, asociados con
y
). De este modo queda garantizado que en la transformación
la dimensión de los espacios vectoriales generados coincide. Dicho de otro modo, los valores posibles para
total son entonces
Por lo tanto, para que los CG sean distintos de cero simultáneamente debe cumplirse

y
Estas condiciones se conocen como reglas de selección para los CG.
Como ya dijimos, los casos extremos para los autovalores de
se dan para
o
; los autovalores resultantes son
o
respectivamente, correspondientes a
. La relación entre los elementos de la base correspondientes al espacio suma y el espacio producto es unívoca, ya que en estos casos no hay degeneración, es decir
o equivalentemente, en términos de los CG,

y
El hecho de conocer estos elementos para los valores extremos de
nos invita a buscar una relación de recurrencia, la cual permitiría obtener los otros CG a partir de estos. Los operadores
se presentan como una opción de lo más atractiva, ya que a través de esta identidad conocemos su efecto sobre los elementos de la base producto y de la base suma. Podemos calcular en general los elementos de matriz
si hacemos actuar
hacia la derecha,
y el resultado debe ser idéntico al obtenido al aplicar
hacia la izquierda, teniendo en cuenta que en este caso debemos tomar
. Así, recordando que cada operador actúa sobre el espacio de Hilbert respectivo, obtenemos
Estas relaciones de recurrencia para los coeficientes de Clebsch-Gordan, junto a la condición de normalización, permiten obtener todos los CG.
Gustavo Castellano 20/08/2025