Para encontrar una manera sistemática de hallar las coordenadas normales, es conveniente reescribir las ecuaciones anteriores en forma vectorial/matricial

con
Las ecuaciones de movimiento con esta notación se escriben
de manera que este formalismo es equivalente al anterior. Las coordenadas normales que buscamos se corresponden con una transformación (o cambio de base)
que diagonalicen las ecuaciones de movimiento, de manera que tengamos osciladores desacoplados. Para ello notemos que si elegimos la matriz de transformación
de manera que su
-ésima columna sea el autovector
encontrado
y definimos el producto escalar entre dos vectores
y
arbitrarios como
 |
(26) |
podemos escoger las
para conformar una base ortonormalizada, es decir,
Esta identidad muestra que en la nueva representación la matriz
resulta diagonal, ya que
Analicemos ahora qué ocurre con la matriz asociada al potencial cuando se aplica la transformación
. Como se satisface
la componente
-ésima de esta identidad cumple
Nos interesan los elementos de
con lo cual esta matriz también es diagonal en la nueva representación. Entonces disponemos de la transformación
que diagonaliza nuestras ecuaciones y por lo tanto los osciladores resultan desacoplados cuando los describimos mediante las coordenadas normales
, que se obtienen mediante
Vale la pena aclarar que en virtud del producto escalar adoptado, la transformación
en general no es unitaria.
Veamos esta construcción retomando el ejemplo de los dos péndulos unidos por un resorte, en el cual a matriz
ya es proporcional a la identidad
. Para obtener las coordenadas normales, primero exigimos que los autovectores cumplan con la normalización
impuesta por nuestro producto escalar (26), de modo que (ejercicio)
Entonces resulta (otro ejercicio)
con lo cual (otro)
Entonces sustituimos en la lagrangiana para utilizar las nuevas coordenadas, obteniendo una expresión que corresponde a osciladores desacoplados (otro más)
Gustavo Castellano 16/11/2023