En el primero de los ejemplos anteriores se puso en evidencia que aquí también son relevantes las coordenadas cíclicas: justamente explicitamos en nuestras ecuaciones que
, de manera que cuando una coordenada es cíclica (no aparece explícitamente en
),
se conserva. Vemos entonces que el análisis respecto de las cantidades conservadas y las coordenadas cíclicas es idéntico al que realizábamos en el formalismo lagrangiano.