Según la ley de Ohm, la corriente eléctrica
que atraviesa un cable se relaciona con la diferencia de potencial
aplicada entre sus extremos mediante la resistencia
del cable
Esta resistencia solo depende del material y de sus dimensiones, pero no de
o de
. Para independizarnos de la forma particular del cable utilizamos la resistividad
y la densidad de corriente
(carga por unidades de área y de tiempo), de manera que cuando se aplica un campo eléctrico
en un material se cumple la relación
. En el caso de corriente
uniforme en un cable de longitud
y área transversal
resulta

y
Cuando en un metal circulan
electrones por unidad de volumen con velocidad media
, la densidad de corriente
será paralela a
. En un intervalo diferencial d
, cada electrón avanza una longitud
(en la dirección de
) portando una carga
, de manera que en ese lapso
electrones atraviesan el área transversal
generándose una densidad de corriente
. Conviene recalcar que si bien los electrones pueden moverse en diferentes direcciones,
representa un promedio; por ejemplo si
entonces
, lo cual solo tiene sentido como valor medio. Cuando
, el movimiento de los electrones se opone al campo, ya que las cargas en movimiento son negativas.
Con un campo
aplicado, si en
un electrón colisionó por última vez y salió con velocidad
, en el instante
tendrá una velocidad
. El aporte de
al transporte de carga es nulo, puesto que las direcciones están isotropizadas luego de cada interacción, de modo que en el intervalo
transcurrido (en promedio) hasta la siguiente colisión la velocidad media será
, con lo cual la densidad de corriente debida al movimiento de los electrones será
, es decir
de manera que en términos de la conductividad
podemos escribir la ley de Ohm
identificando |
(1) |
Como la resistividad
puede medirse, esta última relación permite estimar el tiempo de relajación como
. A temperatura ambiente resultan valores
-
s. Para ver cuán razonables son estos resultados, conviene evaluar la magnitud asociada al “camino libre medio” (distancia media entre colisiones)
, donde
es la velocidad media de los electrones (sin campo). Para ello recuperamos de un gas ideal la relación
, donde
erg/K es la constante de Boltzmann; entonces, a temperatura ambiente tenemos valores típicos de
cm/s, con lo cual
1 Å -10 Å, que resulta similar al radio
de las esferas mencionadas más arriba. No obstante, como veremos pronto los valores estimados así para
resultan demasiado pequeños (1 orden de magnitud); además la resistividad experimental a bajas temperaturas (77 K) es unas 10 veces menor a la resistividad a temperatura ambiente, por lo que los
estimados para bajas temperaturas resultan 10 veces mayores que a temperatura ambiente, a pesar de que
es en realidad independiente de la temperatura: entonces, para bajas temperaturas la estimación de
podría llegar a
Å, que representa 1000 veces el espaciamiento típico entre iones, lo que constituye una evidente falla en el modelo de Drude.
A pesar de los defectos mencionados, ciertas estimaciones realizadas mediante este modelo resultan válidas. En el caso de una fuerza externa
, para el incremento en el impulso
de los electrones puede escribirse (ejercicio)
de donde (otro ejercicio)
Esta expresión es útil para computar el efecto Hall en un metal al que se aplica un campo magnético externo
, en cuyo caso la fuerza de Lorentz interviene como fuerza externa aplicada, es decir
.
Gustavo Castellano 21/06/2023