Vimos que la teoría de Bloch resuelve satisfactoriamente el problema de un electrón en un potencial periódico. El sistema físico que representamos mediante el hamiltoniano que involucra a un solo electrón presenta algunas dificultades, relacionadas con las interacciones entre electrones, que son de diferente naturaleza, y que no pueden incluirse en un potencial periódico efectivo. En particular, sabemos que las funciones de onda conjuntas de sistemas donde intervienen muchas partículas de espín
deben ser antisimétricas ante permutaciones entre pares, lo que es imposible reflejar a través de la resolución de un problema con un solo electrón.
La ecuación de Schrödinger para el hamiltoniano correspondiente a los electrones en presencia de los iones inmóviles10 de un sólido es
Cuando el número de electrones que interviene en este sistema es algo mayor que 10, la resolución resulta imposible, por lo que se recurre a métodos aproximados llamados “autoconsistentes”, que presentamos sintéticamente a continuación. Si las soluciones individuales se denotan con
, la densidad de electrones por unidad de volumen puede escribirse
También es posible procurar una resolución aproximada del problema, recurriendo al principio variacional, es decir, minimizando el valor de expectación para el hamiltoniano total
Los problemas de la descripción precedente se resuelven respetando el principio de exclusión de Pauli, es decir construyendo una función de onda conjunta antisimétrica que incorpore adecuadamente la dependencia de los estados con las coordenadas espaciales
y las de espín
, a través de todas las permutaciones posibles
entre pares
Entre las muchas alternativas para superar los inconvenientes de cálculo, mencionamos el método de Thomas-Fermi, que propone reescribir
y el término de intercambio a partir de la densidad local de carga
, que por supuesto también se expresa en términos de las soluciones buscadas; paralelamente, se aproxima la energía cinética del conjunto como función de la densidad electrónica. De este modo se da cuenta de las energías de interacción con los iones, incluyendo el apantallamiento, donde intervienen de las interacciones entre los electrones.
Si bien las ecuaciones de Hartree-Fock conducirían a resultados exactos, su resolución se torna imposible en sistemas termodinámicos. El modelo de Thomas-Fermi es una alternativa sencilla y rápida de estimar las soluciones, pero en muchos casos resulta muy impreciso, en particular porque representa una energía cinética alta donde hay alta densidad electrónica, pero no tanto donde los
son importantes. Entre ambas descripciones se encuentran las ecuaciones de Kohn-Sham, que reescriben las funciones de onda individuales de manera que se obtienen ecuaciones de Schrödinger separadas; sin embargo, las autoenergías y autofunciones resultantes no corresponden a los electrones por separado, sino que se denominan autoestados de Kohn-Sham, y la interpretación física correcta se aplica a las densidades electrónicas encontradas.
Todos los modelos que se desarrollaron en base a cálculos que utilizan la densidad electrónica espacial son conocidos bajo el nombre de “teoría de funcionales de densidad” (DFT). Aunque formalmente fue planteada por Kohn y colaboradores (1964) para ser utilizada en materia condensada, su uso se popularizó rápidamente en otros sistemas que involucran muchos electrones, como átomos aislados o moléculas, y le mereció a Kohn el premio Nobel en química (1998). Entre las principales correcciones que se incluyen en estos desarrollos se encuentra la llamada interacción de intercambio, relacionada con la interdependencia entre las evoluciones de electrones con espines antiparalelos, no incluidas originalmente en el método de Hartree-Fock.
Gustavo Castellano 21/06/2023