Esencialmente los semiconductores son malos aislantes, que a 0 K tienen las bandas de valencia llenas, separadas de las de conducción por una pequeña brecha de energías
eV. A temperatura ambiente, pronto veremos que la ocupación de la banda de conducción es proporcional a
, donde
resulta
eV
y
eV. Esto significa que la conductividad eléctrica crece exponencialmente con
, al contrario de lo que ocurre en metales, donde las dispersiones reducen la conductividad (
) al aumentar la temperatura. En particular, a temperatura ambiente las resistividades típicas de un semiconductor pueden oscilar entre
y
cm, mientras que en un metal estas son
cm y en un buen aislante,
cm. Estos rasgos atípicos atrajeron la atención científica ya en el siglo XIX, y se mantiene vigente en la actualidad.
Las impurezas en los semiconductores juegan un rol crucial en sus propiedades, aun cuando sus concentraciones sean tan bajas como . La comprensión de su influencia en el material semiconductor en cuestión, y el control de su concentración en el mismo permite utilizar estas impurezas para proveer importantes propiedades de transporte, lo que se tornó posible mediante el notable desarrollo de la industria electrónica a través de los últimos 60 años. Por ejemplo, la resistividad del Ge dopado con Sb puede reducirse en un factor
con la concentración de impurezas; por este motivo, cuando se trata de materiales preparados a propósito, no se habla de impurezas sino de “dopantes”, ya que no se trata de un defecto del material.
Las brechas de energía
pueden medirse con buena precisión mediante absorción óptica, aunque también es posible inferir los valores de
de la dependencia de la conductividad con la temperatura, como veremos más adelante. Cuando se ilumina un semiconductor con radiación electromagnética de frecuencia
, esta lo atraviesa más o menos libremente hasta que la frecuencia de los fotones alcanza para que
supere
, y entonces hay un abrupto crecimiento de la absorción de esa radiación. Si bien los procesos que ocurren son bastante complejos, podemos resaltar algunos rasgos sobre estas determinaciones mediante absorción óptica:
Como señalamos en §5.1.1 pueden ajustarse las relaciones de dispersión cerca de los respectivos extremos de cada banda