Overflowed, en lo más alto de la programación competitiva

El equipo de FAMAF-UNC alcanzó el segundo lugar en la región Latam.

Mateo Carranza Vélez, Uziel Ludueña y Emanuel Herrador, entrenados por Sebastián Marín y Marcos Kolodny, disputaron la final de la competencia Internacional de programación universitaria. El evento tuvo lugar el día de ayer, jueves 18 de abril, en la ciudad de Luxor, Egipto. El primer puesto de la región se lo llevó el equipo de la Escuela Superior de Cómputo Instituto Politécnico Nacional (México) que logró resolver la misma cantidad de problemas, pero con menos penalidades, que el equipo de la FAMAF.

La competencia se desarrolló con el nivel habitual de tensión que ha quedado plasmada, desde hace años, a través de una transmisión en vivo que registra el pulso de las alternativas cambiantes. El espectador también puede seguir en la página web de la ICPC el tablero de posiciones que va alterándose en la medida que los equipos envían las resoluciones de los problemas planteados (la corrección es prácticamente automática). De esta manera, se pudo palpitar los minutos finales en los que nuestro equipo envió dos problemas. En ese momento llevaba cinco resueltos y de haber logrado la resolución correcta de dos problemas más se hubiera colocado en primer lugar de Latam y entre los diez mejores equipos del mundo.

Overflowed, de esta manera, si bien no pudo obtener su objetivo de máxima, superó en la competencia a equipos de la talla del de la Universidad de Cambridge, La Universidad de Sao Paulo, la Universidad de Pernambuco y la Habana. A nivel nacional se ubicó como el mejor equipo de la Argentina superando a la UTN Facultad Regional de Santa Fe y la UBA. El primer lugar de la competencia lo obtuvo la Universidad de Pekín, seguida por el MIT y en tercer lugar la National Research University Higher School of Economics (Rusia).

De forma excepcional, debido a un retraso que arrastraba a competencias previas suspendidas por la pandemia y por el conflicto Israel-Palestina, este año se disputaron simultáneamente dos mundiales: la edición N.º 46, en la que se destacó el equipo de la FAMAF, y la N°47 que consagró a un equipo de la UBA como campeón de la región Latam y en la mejor posición general (décimo tercera) en la historia del certamen. Estos hechos, entre tantos otros, demuestran nuevamente el nivel académico de nuestras universidades públicas en un momento en que, como si faltaran evidencias, se está cuestionando sus alcances y logros.