La ciencia astronómica se caracteriza por la inaccesibilidad física de los objetos que estudia; la radiación electromagnética (“luz”) proveniente de los mismos es el único vehículo de información disponible para el astrónomo, quien debe detectarla y analizarla como paso previo a la elaboración de una interpretación física del fenómeno observado. En este contexto, la asignatura Óptica Astronómica adquiere una relevancia singular.
En efecto, la Óptica Astronómica describe los principios físicos que explican el comportamiento de los rayos luminosos cuando interactúan con espejos, lentes y prismas, elementos constitutivos de cualquier instrumental óptico, en particular el astronómico. Así se comprende en detalle la generación de las imágenes astronómicas que serán, posteriormente, objeto del análisis por parte del astrónomo; se pone especial énfasis en los diversos defectos (“aberraciones”) propios de los sistemas ópticos reales, que afectan dichas imágenes y que, por lo tanto, deben ser tenidos en cuenta en el estudio de las mismas.
Además, la Óptica Astronómica trata de los fenómenos relacionados con la naturaleza ondulatoria de la luz llamados “difracción” e “interferencia”, de aplicación directa en el amplísimo campo de la espectroscopía astronómica. En particular, se estudian en forma detallada las llamadas “redes de difracción”, componente fundamental de cualquier espectrógrafo astronómico.
De esta manera, se espera que el futuro astrónomo se lleve una idea acabada de cómo y porqué se generan los distintos tipos de imágenes astronómicas, fundamento de la astronomía observacional en todas sus ramas. La Óptica Astronómica fue creada junto con el nuevo Plan de Estudios de la Licenciatura en Astronomía de la FaMAF-UNC, y fue dictada por primera vez en 2015, bicentenario de la demostración fehaciente de la naturaleza ondulatoria de la luz por parte del gran Agustín Fresnel.