UN DOCTORADO CENTRADO EN LA EDUCACIÓN

El desarrollo de la ciencia y la tecnología, orientado a necesidades estratégicas, permite abrir la senda del crecimiento de un país. Esta idea, que ha recorrido las sinuosidades del devenir político, parece, en los últimos tiempos, gozar de cierto consenso. Ahora bien, para que ello ocurra nuestro país debe contar con un ámbito científico tecnológico consistente. Y para ello, aunque parezca una verdad de perogrullo, es imprescindible la formación de científicos y científicas que puedan nutrirlo. No tan evidente, sin embargo, es la reflexión sobre modos, herramientas y recursos que se disponen para la enseñanza de la ciencia y la tecnología. La potencialidad del sistema científico depende de la formación que reciban los futuros investigadores y de allí la relevancia que adquieren las instancias que forman a los formadores.

Con dicha evidencia como faro, un grupo de docentes e investigadores de distintas Facultades de la UNC, encuadradas dentro de aquello que habitualmente circula en el decir de la gente como “ciencias duras”, comenzó a desarrollar un posgrado de máximo grado académico que permitiera dar cuenta de tal ausencia formativa. Poco tiempo después, la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación; la Facultad de Ciencias Químicas; y la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales lanzaban el Doctorado en Educación en Ciencias Básicas y Tecnología.

Tal como señala el Consejo Académico del posgrado, “nos propusimos generar un espacio de investigación y formación que incentive y promueva el estudio y la discusión en torno a conocimientos científicos específicamente vinculados a los campos que integran esa región de indagación: Educación Matemática, Educación en Física, Educación en Biología, Educación en Química y Educación en Tecnología”.

La educación en ciencias básicas y tecnología es un campo de investigación y reflexión relativamente nuevo (aproximadamente cuatro décadas) y se inclina a comprender mejor la diversidad de problemáticas asociadas con su enseñanza y aprendizaje para generar propuestas y transformaciones educativas en los distintos niveles de educación formal o en ámbitos de educación no formal. Precisamente, atendiendo a los requerimientos sociales relacionados con los diferentes niveles educativos, la gestión del doctorado permitió que pudieran acceder al posgrado no solo un público egresado de carreras de grado en ámbitos específicos (matemática, física, biología, química) sino también egresados con título superior no universitario de carreras de cuatro años de duración como mínimo (por ejemplo, egresados de profesorados) con formación en dichos ámbitos.

Desde que se empezó a gestar (durante el año 2015) hasta su apertura, pasaron algunos años. Luego de la aprobación por parte del Ministerio de Educación de la Nación, en agosto de 2018 comenzaron las inscripciones de la primera cohorte. Como es natural, a medida que los estudiantes fueron recorriendo los espacios curriculares y en base a sus experiencias, se fueron ajustando los lineamientos académicos e incorporando cursos que permitieran satisfacer la demanda de sus alumnos y alumnas. Se pudo percibir, en este sentido, un interés por parte del Consejo Académico en brindar contenidos cuya vigencia satisfagan los requerimientos del medio. Ese interés se ha materializado en una preocupación por renovar y jerarquizar la oferta de los cursos.

Ya en el transcurso del tercer año de existencia, los alumnos de la primera cohorte han realizado avances significativos en sus planes de tesis. Las temáticas abordadas en sus trabajos finales, dotadas de una heterogeneidad auspiciosa vinculada a los objetivos planteados inicialmente, reflejan la diversa composición de saberes correspondientes a las instituciones que lo gestionan: “modelización matemática y su presencia en el curriculum; el discurso científico en la formación docente; el conocimiento didáctico del contenido en docentes en formación o en ejercicio; educación STEM (sigla en inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) en la educación primaria; robótica y programación en la escuela secundaria; problemáticas de enseñanza o aprendizaje de temáticas específicas de biología, física, química o geología en el nivel secundario o superior; educación científica y tecnológica mediada por tecnologías y multimodalidad, representaciones y práctica científicas.”

Las inscripciones a la tercera cohorte comenzaron en febrero de este año y se prolongarán hasta fines de marzo. Para generar mayores oportunidades de cursado, en agosto-septiembre se abrirá un segundo periodo de inscripciones. Y para los nuevos alumnos el posgrado se propone mejorar aquellos aspectos que le dan dinámica y vigencia a los contenidos constitutivos. Es por ello que están trabajando fuertemente en el “aumento en la oferta de cursos para lograr atender a las especificidades de la gran variedad de temas abordados que pudimos ver en las tesis” y que ilustran las expectativas y demandas formativas con que acuden al doctorado.

(Nota realizada en base a información brindada por el Consejo Académico del DECByT)

Datos a tener en cuenta

Denominación del posgrado: Doctorado en Educación en Ciencias Básicas y Tecnología

Dirigido a: egresados con título de grado universitario con formación en matemática, física, química, biología o tecnología y egresados con título superior no universitario de carreras de cuatro años de duración como mínimo (por ejemplo, egresados de profesorados) con formación en alguno de los campos disciplinares enumerados.

Duración: 2 años como mínimo

Inscripciones para la tercera cohorte: hasta el 31 de marzo del 2021 (se abrirá un nuevo periodo de inscripciones en el mes de agosto)

Ámbitos de conocimiento: Educación Matemática, Educación en Física, Educación en Biología, Educación en Química y Educación en Tecnología

Cogestionado por: FAMAF, FCEFyN, FCQ

Informes: posgrado@famaf.unc.edu.ar